lunes

Te lo debo a vos, todo a vos.
Las noches de inconsciencia plena, de gemidos, de gritos, de llantos, de risas, de pliegues, de repliegues, repulgues, suertes,
Las noches de alcohol, del no alcohol, del té verde, del café cortado. Te debo hasta lo más insignificante. Te debo las ganas de vivir.Las de escribir, no sabría cómo devolvértelas.
Entraste por ósmosis y no querés irte. Se complica la idea de que vaya pasando el tiempo y sigas siendo tan incorruptible, tan inevitablemente inevitable para mis sombras.
Si no me robás el sueño, me robás las tardes de caminata, las llamadas por teléfono que no existen y que invento porque no estás cerca.
El placer que me hace sentir tan sólo imaginar tu cara. Gritar que me estoy derritiendo como una vela en una noche donde se corta la luz.
Dar ánimos es muy complicado. Cambiar la situación aún más.
Solo sé que ahora estás durmiendo al lado mío y que mañana te vas a levantar y te vas a olvidar de todo, y ahí volvemos a empezar.
Me gusta empezar.
Un día nuevo que amanece y me encuentra plegada a los sentimientos.
Donde quiera que vaya, ahí están,no me dejan esperar, entran en un lugar y ya empiezan, gritando al mundo, a los profesores a los amigos y las amigas.
El grado de hiperactividad que me surge cuando escucho injusticias, o peor aún cuando las vivo, hace que se me pudra la sangre en un segundo y que no pueda evitar terminar escupiendo migajas de mandarina y de idioteces que ya carecen de sentido cuando sos tan lineal.
Me sorprende que aún quieras acostarte conmigo, debe ser porque la intimidad que logré junto a vos, no la logré con nadie.
El mundo es una bola de mierda, de eso nadie lo duda, pero que bueno que existe gente que aún hace que puedas sentirte libre aunque sea mientras estás durmiendo y está lloviendo y pensás, sobre aquellas personas que deben estar haciendo lo mismo, pero en la calle.
Te quiero y no lo puedo esconder.
Mi cuota de romanticismo se acaba de caer. Acabo de mirar por la ventana y recuerdo la cantidad de injusticias que estoy viviendo y que el mundo vive constantemente, apenas uno se duerme, parece que las cosas se esfumaran, pero siguen ahí, sólo que en nuestro sueño remoto, estamos viendo si soñamos con el verdulero que tiene un acento sexi.
Inevitablemente de todo esto, vuelvo a reivindicar a aquellas personas que puedan construir una relación entre humanos, donde prevalezca la igualdad en todo sentido.
Empezar, te lo debo a vos. Te confieso que te quiero y que no lo puedo ocultar.

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