y arrancarme la sed de la que está hecha la vida y sulfurar cuanto antes los pensamientos
prejuiciosos de una historia casi encerrada.
La noche está en alza y yo planeo algo macabro. Lo sé porque el reflejo de mí en el agua anunciaba un cansancio de más en mis
extremidades.
Me siento a reflexionar y comprendo la realidad de las situaciones victoriosas que han afligido al pueblo y que lo han sacado de carrera, por
extrañable que sea, para no volver.
y hay!
jesucristo que nos tiene en la gloria, y maría que tan llena es de gracia,no me dejen caer jamás en la
hipocresia en la que se funda este espectro al cual no quiero pertenecer!
Denme la fuerza divina para no perecer en las situaciones extremas, y
líbrenme de todo mal, amén.
Las urnas están selladas, las
desiciones ya tomadas
¿ Hasta dónde debemos practicar las verdades? gritaba
Silvio al son de Playa
Girón,
vizibilizando lo que no es conveniente
visibilizar, para educar.
Nos enseñan desde
pibes y
pibas qué tipo de
toallita usar, qué tipo de hombre o mujer debe
exitarnos. Nos explican que la forma única de vivir se basa en tal o cual moral, que la forma de
subistencia es la que tenían nuestros padres y nuestras madres y nos condicionan a tomar como propio algo que al fin y al cabo no terminamos de comprender.
Nos volvemos autómatas, dejando nuestras convicciones como personas para convertirnos en algo , que tampoco está claro, pero es lo que está bien.
Después, critican a quienes quieren revertir ese orden, porque sienten en las sienes que esto no es un juego, que les duele de más que exista situaciones, como desapariciones en plena democracia. Una desaparición en plena democracia, puede justificar nuestro único canal de
participación "legítima" por el poder dominante, según ellos, que es la votación? Tan simplista hacemos las
construcciones de nuestra identidad como país, que nos creemos demasiado exentos de todo mal para plantearnos una posición tan peligrosa? Como la
desición política de que se deje de matar a
pibes y a
pibas por ser negros? Hasta donde llegaron a
implatarnos que esas injusticias, sólo pueden irse cambiando a través de un voto.?
Nos encierran con sus
ambiguedades, dejándonos aislados con la boca tapada de cinta
scotch que es muy
dificil hacer
oir.
Nos implantan discursos falaces en donde la posición más fácil, es el plantear, no te metas...
Las
construcciones de las identidades las hacemos nosotros y nosotras.La mejor forma de vivir es la que estamos buscando y el pueblo que hace carne su vivencia como oprimido u oprimida histórico,que siente en el hambre, en el sacrificio del cada día, la impotencia por no poder conocer la nieve, por no poder ser más felices, por no poder sentirse menos aislados, por una ciudad que fomenta los
individualismos más retorcidos, lo toma como propio. Felicidades 76! tus huellas siguen pegándonos duro.
El pueblo no es idiota, Los sectores más recalcitrantes, juegan con la idiotez, para aplacarlos, pero gran parte del pueblo, puedo afirmar, no es idiota, sabe lo que hace, tira hasta donde puede y cuando el fuego crece, están allí.
cansados y cansadas de tanta mentira, se replantean que la
construcción de las identidades de cada uno y de cada una, de pronto y porrazo comienzan a ocupar otra prioridad y otras cuestiones.
El cómo se siente una misma o uno mismo a la hora de mirarse en el espejo y plantearse no un mero espía de las injusticias cometidas con tanta impunidad, si no un o una protagonista de su propia sed, de su propia identidad como pueblo, que reconoce, apunta y dispara.
BANG, ese ruido me hace ruido.
No nos encerremos en los desarrollos simplistas que nos hacen creer, son la verdad absoluta, El recinto de
politiquería barata y
narcotráfico asalariado me dan ganas de vomitar.
Dejemos de sentirnos tan mal con nosotros mismos y con nosotras mismas. Salgamos al aire. Saltemos por la ventana, que allá está lo imprescindible.
Hoy ya no quiero. Digo no, y se escuchan los fusiles. Hoy ya no quiero, repite, y repite una voz, preguntando. ¿ Hasta cuándo?.
Que mí identidad, sobrepase cualquier tipo de discurso demagogo de un debate que no fue debate!
que mi sed se atragante en mi traquea, cada vez que me imagino si
Luciano estuviera acá con nosotros, si
Marita verón pudiese gritar con nosotras, que
Kiki pudiera contar cómo superó su adicción al
paco.
De esas cosas no se habla, porque no son importantes, y si te parece importante,
ponete en la cola que la lista es larga.
Mi infinita tristeza, hacia tanta ignorancia, que no se la adjudico al pueblo,
se lo adjudico a los planes
sistemáticos de destrucción de conciencia DE los pueblos que sí, quisieron buscar cómo vivir, y que se encontraron en la muerte, dejándonos a esta juventud
volatil, La responsabilidad de
gritarlos y
gritarlas todos los días de nuestra vida.
Arriba nosotros y nosotras, SALTEMOS VALIENTES!