lunes

lo cotidiano

Ven y trépame los muros.

Reviéntate sobre mí y cae a mis uñas.

Trépame entera que esta noche no existe la piedad.

Revolotéame como pájaro cuando provoca a un gato.

Erízame la piel de la que hoy no podemos escapar

Para reencarnar en un deseo más profundo, el de morir con vos.

Mis huesos piden clemencia, tus ojos me dicen lo contrario

Y yo me apego a ese sin fin de sentimientos

Que son los del sentir a un metro de distancia

Ese calor infrahumano que nos congela en una fotografía

Que ya no vamos a ver.

Lo que estuvo va a ayudarnos. Lo que no, sigue pegado en ese muro

Que no vamos a volver a ver, nunca más.

Si me diesen la oportunidad de salvar al mundo

Elegiría esta enfermedad todos los días.

El saber que me siento loca.

El saber que cada día amo a las diferentes personas que conozco

Que me embebo de la belleza de cada uno y cada una

Para nutrirme la sangre y sentir que este deseo

Del cual pocos pueden interpretarlo de buena manera y con buena leche,

No es tan lejano.

No es tan insensible, los pueblos, el amor, lo honesto.

Tu boca, mi cielo, el mundo y la vida.

Palabras que atiernizan el odio putrefacto de los cerdos del ayer y del hoy

¡Ven valiente!, trépame los muros,

Reviéntate sobre mi y cae a mis uñas

Trépame entera que esta noche no existe la piedad

Revolotéame como pájaro cuando provoca a un gato

Erízame la piel de la que hoy no podemos escapar, para

Reencarnar en un deseo más profundo.

El del liberarme con vos.

No vamos a verlo más

Ese calor nos congeló.

Ese caos, quedó plasmado, hoy y siempre.

domingo

y arrancarme la sed de la que está hecha la vida y sulfurar cuanto antes los pensamientos prejuiciosos de una historia casi encerrada.
La noche está en alza y yo planeo algo macabro. Lo sé porque el reflejo de mí en el agua anunciaba un cansancio de más en mis extremidades.
Me siento a reflexionar y comprendo la realidad de las situaciones victoriosas que han afligido al pueblo y que lo han sacado de carrera, por extrañable que sea, para no volver.
y hay! jesucristo que nos tiene en la gloria, y maría que tan llena es de gracia,no me dejen caer jamás en la hipocresia en la que se funda este espectro al cual no quiero pertenecer!
Denme la fuerza divina para no perecer en las situaciones extremas, y líbrenme de todo mal, amén.
Las urnas están selladas, las desiciones ya tomadas
¿ Hasta dónde debemos practicar las verdades? gritaba Silvio al son de Playa Girón, vizibilizando lo que no es conveniente visibilizar, para educar.
Nos enseñan desde pibes y pibas qué tipo de toallita usar, qué tipo de hombre o mujer debe exitarnos. Nos explican que la forma única de vivir se basa en tal o cual moral, que la forma de subistencia es la que tenían nuestros padres y nuestras madres y nos condicionan a tomar como propio algo que al fin y al cabo no terminamos de comprender.
Nos volvemos autómatas, dejando nuestras convicciones como personas para convertirnos en algo , que tampoco está claro, pero es lo que está bien.
Después, critican a quienes quieren revertir ese orden, porque sienten en las sienes que esto no es un juego, que les duele de más que exista situaciones, como desapariciones en plena democracia. Una desaparición en plena democracia, puede justificar nuestro único canal de participación "legítima" por el poder dominante, según ellos, que es la votación? Tan simplista hacemos las construcciones de nuestra identidad como país, que nos creemos demasiado exentos de todo mal para plantearnos una posición tan peligrosa? Como la desición política de que se deje de matar a pibes y a pibas por ser negros? Hasta donde llegaron a implatarnos que esas injusticias, sólo pueden irse cambiando a través de un voto.?
Nos encierran con sus ambiguedades, dejándonos aislados con la boca tapada de cinta scotch que es muy dificil hacer oir.
Nos implantan discursos falaces en donde la posición más fácil, es el plantear, no te metas...
Las construcciones de las identidades las hacemos nosotros y nosotras.La mejor forma de vivir es la que estamos buscando y el pueblo que hace carne su vivencia como oprimido u oprimida histórico,que siente en el hambre, en el sacrificio del cada día, la impotencia por no poder conocer la nieve, por no poder ser más felices, por no poder sentirse menos aislados, por una ciudad que fomenta los individualismos más retorcidos, lo toma como propio. Felicidades 76! tus huellas siguen pegándonos duro.
El pueblo no es idiota, Los sectores más recalcitrantes, juegan con la idiotez, para aplacarlos, pero gran parte del pueblo, puedo afirmar, no es idiota, sabe lo que hace, tira hasta donde puede y cuando el fuego crece, están allí.
cansados y cansadas de tanta mentira, se replantean que la construcción de las identidades de cada uno y de cada una, de pronto y porrazo comienzan a ocupar otra prioridad y otras cuestiones.
El cómo se siente una misma o uno mismo a la hora de mirarse en el espejo y plantearse no un mero espía de las injusticias cometidas con tanta impunidad, si no un o una protagonista de su propia sed, de su propia identidad como pueblo, que reconoce, apunta y dispara. BANG, ese ruido me hace ruido.
No nos encerremos en los desarrollos simplistas que nos hacen creer, son la verdad absoluta, El recinto de politiquería barata y narcotráfico asalariado me dan ganas de vomitar.
Dejemos de sentirnos tan mal con nosotros mismos y con nosotras mismas. Salgamos al aire. Saltemos por la ventana, que allá está lo imprescindible.
Hoy ya no quiero. Digo no, y se escuchan los fusiles. Hoy ya no quiero, repite, y repite una voz, preguntando. ¿ Hasta cuándo?.

Que mí identidad, sobrepase cualquier tipo de discurso demagogo de un debate que no fue debate!

que mi sed se atragante en mi traquea, cada vez que me imagino si Luciano estuviera acá con nosotros, si Marita verón pudiese gritar con nosotras, que Kiki pudiera contar cómo superó su adicción al paco.
De esas cosas no se habla, porque no son importantes, y si te parece importante, ponete en la cola que la lista es larga.

Mi infinita tristeza, hacia tanta ignorancia, que no se la adjudico al pueblo, se lo adjudico a los planes sistemáticos de destrucción de conciencia DE los pueblos que sí, quisieron buscar cómo vivir, y que se encontraron en la muerte, dejándonos a esta juventud volatil, La responsabilidad de gritarlos y gritarlas todos los días de nuestra vida.
Arriba nosotros y nosotras, SALTEMOS VALIENTES!

miércoles

a eso me remito...

Es solo mirarse a una misma o a uno mismo, un segundo y ver lo patética o patético que se vuelve frente al monitor. Lentamente hacer ejercicio del olvido e ir a apagarlo sin titubeos.
Las frases bien armadas, los deseos inclonclusos expresados no hacen más que enredarme en un círculo del cuál estoy tan afectada que ya no logro encontrar la ranura, como otras veces si estuvo. Esa ranura que hacía que todo pareciese florecer, cuando en realidad todo estaba oscureciéndose.
La voz de mi compañero me alzaba hasta lo alto, pero la caída suele ser más tortuosa.
Si algo aprendí de estos últimos meses es que las cosas no se superan. Las situaciones pasan por la vida y algunas veces nos toca,y otras no... lo importante de esto es aprender a convivir con esas situaciones, aunque a veces te duela tanto que no puedas dejar de llorar y gritar un segundo.
Aunque a veces ese dolor te parte el alma, más que la puntada que te agarra cuando te das cuenta que tenés que dejar de fumar,
Ese dolor agonizante, del que ningún libro habla..
Hoy sólo somos infamias, recordadas por ciertos vestigios de la historia, que nos hizo grande y nos delegó ( obligó) una resposabilidad inaudita.
Asumir esas contradicciones como propias y lograr profundizarlas en pos de una vida más mejor, hace que mi corazón lata al punto de estar al borde de un infarto. La emoción de sentirse útil, hace que se te mueva todas las tripas ( y por primera vez es por ¡felicidad!)

Tener las cosas claras hace que se vuelquen en tu cabeza nuevas situaciones, cosas, sentimientos, aún más pesados, aún más tortuosos, y claro!, ¿ cómo iba a ser de otra forma?
Aprendí que el miedo te agobia, el miedo te hacer perder lo que más cercano creés que estás a alguien. El miedo te da sabiduría, como también te empequeñece y te revienta.
El miedo es una porquería...



A vos que nadie sos, y que a nadie leés.. te ( les) dejo una poesía que ando promocionando de un respetuoso revolucionario, poeta, escritor que tiene la capacidad de darte LA esperanza de la vida en un sólo verso, enamorarte como lo hiciste alguna vez de tu compañero de primaria e hincharte la cabeza de las obscenidades del que está hecho este mundo vanidoso, egocéntrico, soberbio.. Hoy su lado romanticón,

Desnuda

Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros,
como hace el agua
cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites,
me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como a un niño perdido
que en ti dejara quieta su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que se nutre;
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a la sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

Roque Dalton,

sábado

sábado

Que tiembla, que quema, que succiona, que no sé
qué será de la vida,
de aquellos que no están.
Que si no estoy, me convierto en una ilusa
que sí estoy, que me parece que allá viene.
Que puede ser,que me coma la cabeza.
Que puede ser que en realidad sea todo cierto.
Los acertijos son cada vez más complicados de acertar
Uno piensa, Uno dice, otro camina, ellos mandan
Nosotros nos hacemos fuertes. Nosotros vivimos nuestro sueño
Ellos comen, ellos emanan el olor a cerdo más putrefacto del universo,
No, que mejor que nosotros haciéndonos cargo..
Que tiembla de nuevo, y me succiona, y me quema, y me tiembla todo.

Me sube al costado de la costilla, y grito. Aullo, me come.
Ya estoy dentro. Ya fue
Otro día. Encontrémosnos, encontrémosnos allá donde las cosas no son imposibles.
Allá donde los mortales vivamos felices.
Encontrémosnos. y riamos.
Riamos porque sabemos que llegamos. Estamos al lado del mar.
Y nos miramos, y nos reímos. Las influencias esta noche no existen.
Se quedaron a mitad de camino, Y yo, yo sigo mirando.


Sigo nombrándome, porque sé que el día que deje de hacerlo, desapareceré.
sino nombrándote, porque no quiero que llegue ese día.

martes






Esa entraña que cuelga de mi cuerpo ahora, son sólo los vestigios que quedan del ayer. Quebrar el sentido de las cosas y hacerlas oír.
Esas manos cobardes que no han podido sacarlos de la memoria de la gente, son las que hoy nos permite que podamos levantarlos, con más fuerzas que ayer. Con la esperanza del mañana.
Un trabajo colectivo en donde los más débiles somos más fuertes, y lanzamos nuestro grito al unísono, y lloramos y nos emocionamos. Es un momento solo, donde las miradas se encuentran, y guardan ese temor a preguntar.
En nuestro ser, en el rincón más escondido de nuestro ser, coexisten diferentes formas de sentir las cosas. Eso hace que el humano sea hermoso por sí sólo. Una bestia perfecta ( y tan imperfecta a la vez) que hace una combinación exacta de lo peor y lo mejor de la moral que asota a este mundo.
En nuestra memoria nadie puede matarlos, En nuestra historia, son La historia que hay que contar, que hay que gritar, que hay que madurar, y trabajar.
Días y noches contados, para cada uno que se atreva a querer romper con el cerco hegemónico imperante.
Las amenazas, ya no sirven. Yo tengo mi voz, y mientras tenga la misma, y tenga aunque sea un sentido, voy a sentir esas injusticias, aunque el día de mañana, pueda volar a la estratosfera en dos segundos.
Nadie puede matarlos en nuestra cabeza, en nuestra memoria...

Presentes, Ahora y Siempre...

domingo

La luna con gatillo



Es preciso que nos entendamos.

Yo hablo de algo seguro y de algo posible.
Seguro es que todos coman
y vivan dignamente
y es posible saber algún día
muchas cosas que hoy ignoramos.
Entonces, es necesario que esto cambie.

El carpintero ha hecho esta mesa

verdaderamente perfecta
donde se inclina la niña dorada
y el celeste padre rezonga.
Un ebanista, un albañil,
un herrero, un zapatero,
también saben lo suyo.

El minero baja a la mina,

al fondo de la estrella muerta.
El campesino siembra y siega
la estrella ya resucitada.
Todo sería maravilloso
si cada cual viviera dignamente.

Un poema no es una mesa,

ni un pan,
ni un muro,
ni una silla,
ni una bota.

Con una mesa,

con un pan,
con un muro,
con una silla,
con una bota,
no se puede cambiar el mundo.

Con una carabina,

con un libro,
eso es posible.

¿Comprendéis por qué

el poeta y el soldado
pueden ser una misma cosa?

He marchado detrás de los obreros lúcidos

y no me arrepiento.
Ellos saben lo que quieren
y yo quiero lo que ellos quieren:
la libertad, bien entendida.

El poeta es siempre poeta

pero es bueno que al fin comprenda
de una manera alegre y terrible
cuánto mejor sería para todos
que esto cambiara.

Yo los seguí

y ellos me siguieron.
¡Ahí está la cosa!

Cuando haya que lanzar la pólvora

el hombre lanzará la pólvora.
Cuando haya que lanzar el libro
el hombre lanzará el libro.
De la unión de la pólvora y el libro
puede brotar la rosa más pura.

Digo al pequeño cura

y al ateo de rebotica
y al ensayista,
al neutral,
al solemne
y al frívolo,
al notario y a la corista,
al buen enterrador,
al silencioso vecino del tercero,
a mi amiga que toca el acordeón:
-Mirad la mosca aplastada
bajo la campana de vidrio.

No quiero ser la mosca aplastada.

Tampoco tengo nada que ver con el mono.
No quiero ser abeja.
No quiero ser únicamente cigarra.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
Yo soy un hombre o quiero ser un verdadero hombre
y no quiero ser, jamás,
una mosca aplastada bajo la campana de vidrio.

Ni colmena, ni hormiguero,

no comparéis a los hombres
nada más que con los hombres.

Dadle al hombre todo lo que necesite.

Las pesas para pesar,
las medidas para medir,
el pan ganado altivamente,
la flor del aire,
el dolor auténtico,
la alegría sin una mancha.

Tengo derecho al vino,

al aceite, al Museo,
a la Enciclopedia Británica,
a un lugar en el ómnibus,
a un parque abandonado,
a un muelle,
a una azucena,
a salir,
a quedarme,
a bailar sobre la piel
del Último Hombre Antiguo,
con mi esqueleto nuevo,
cubierto con piel nueva
de hombre flamante.

No puedo cruzarme de brazos

e interrogar ahora al vacío.
Me rodean la indignidad
y el desprecio;
me amenazan la cárcel y el hambre.
¡No me dejaré sobornar!

No. No se puede ser libre enteramente

ni estrictamente digno ahora
cuando el chacal está a la puerta
esperando
que nuestra carne caiga, podrida.

Subiré al cielo,

le pondré gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo,
suavemente,
para que esto cambie de una vez.



Raúl González Tunón.

La otra inseguridad




Video que hizo un compa, acerca de la desaparición de Luciano Arruga
A Dos años de su Desaparición,
Luciano Arruga PRESENTE !
Fuera la policía de nuestros barrios !

jueves

Yo amo,
tú escribes,
él sueña,
nosotros vivimos,
vosotros cantáis,
ellos matan.

Roberto Santoro

Noche de esquemas rotos

Hoy mi boca es una enredadera.
Hoy sigo soñando lo mismo que ayer.
Me arremete y me corta al medio.
sudo.
Silencio. Vuelve a empezar.
La taquicardia no se nota, pero yo la siento.
Vuelvo a mirar. No hay nadie.
Mi boca vomita. Vomita palabras hirientes.
No puedo controlarla.
Estoy cortada al medio.
Si digo sí, pierdo, Si digo, no ¿ qué?
y ¿ qué?, si digo no.
Sería un paso adelante, o un paso atrás..
Analizar las cuestiones en las que te ves involucrada
genera conflictos psiquicos, y físicos que ni la razón puede estudiar.
La facilidad del humano para desestabilizarse, recorre un péndulo
y un camino tan limitado, que incluso puede que no te des cuenta cuando pase.
La facilidad de uno mismo para herirse, herir, y perder la noción pende de un hilo,
menos costoso que una tanza. Y está en vos, querer cortarlo.
¿ Y ahora qué pasa eh?

martes

Acontecimientos.

Estoy sentada hace días, mirando una ventana. Una ventana que no tiene mucho que decir, pero para mí ,sí tiene un significado. Ver pasar cada experiencia de uno ( o una) para poder aprender a mirar para atrás y sentirse menos usado. Menos opaco.
Las palabras oscuras son mi fuerte. Hoy sólo soy una mujer que sueña con un despertar sin llanto. Mañana, ¿ qué pretensión tendré?. La revolución me queda muy corta. Me exprimo por todas partes. Me exprimen. Hay unos hombres sentados mirándome desde otra ventana. Esa ventana es rectangular, con uno de los vidrios rasgados. Alrededor tiene mosaicos de varios colores. Lo recuerdo porque esos colores me gustaban. Y me miraban atentos. Yo no estaba segura de saltar, pero ellos menos. Me miraban para intentar llenarme la mirada vacía con la cual yo los observaba. Y me invitaban a unirme a ellos. Yo me quedaba esperando algo que no iba a llegar y decía No. Actitud medio soberbia. No puedo evitarlo. Quisiera ser menos pretensiosa. Menos idealista. Bajar a la tierra y mirarme. Mirarme en serio, no de mentira. Las figuras que se crean cuando me miro en el espejo, son tan ficticias que aún no las comprendo, pero yo las sigo mirando. El día en que me mire y me vea realmente, ese día voy a hacer una mujer libre. Mientras tanto seguiré siendo sombras de nada. Sombras que parten y no llegan a nada.
Me río, porque la vida es ambigua, y me encanta la libertad que tiene uno mismo para ir recorriendo su historia. La historia mantiene vivo a los pueblos. Les da identidad. A mí, mi historia me mantiene viva. Es más, se me es imposible no pensar que sería de mí, si no recordara mi historia.
Mi primera palabra. Los pasos por la primaria. El viaje de egresados de séptimo grado. Mi primer beso. Mi primer novio. Mis primeros contactos con el sexo (qué iba a saber yo que luego me marcarían tanto). Mi cuerpo pasando por distintos sectores, estadios, lugares, personas, otros cuerpos apretándome. Hasta llegar a la actualidad. Toda la revisión que hago, es la que hoy me conforma, y todo lo que haga hasta la próxima vez que lo piense de nuevo, va a ser una nueva conformación de mí. En ese tipo de libertad pienso, cuando me pongo melancólica.
Hoy sólo tengo algo muy en claro. No sé escribir, y no tengo la más mínima intención de superar a nadie, de crearme algo, de creerme alguien. Sólo escribo para mí, las cosas que describo son subjetivas, y a menos que alguien muy puntual sienta lo mismo, dudo que los demás lo entiendan. Pero lo publico igual. Primero porque es más fácil escribir a maquina (¡ a pc digo!) y segundo porque ojalá, encuentre a alguien que sienta, por lo menos, un cuarto de las cosas que siento yo ( Pensamiento inconsciente aclarado).
La liberación será larga, pero yo me siento en esa ventana y la espero.
Gracias compañero por haberme dado tanto.
Esos hombres no están más ahí. Desaparecieron mientras me di la vuelta. Quiere decir que me encuentro sola de nuevo. Debo elegir. No voy a saltar. Necesito la vida para liberarme y tampoco va a alcanzar. Igual no estaría segura, pero es mejor dar plazos largos, para que la gente no se llene de esperanzas de una construcción extensa.
Mientras, yo sigo pinchándome cada vez que me despierto, para saber si sigo viva, o si estoy soñando. Y la felicidad que siento de saber, que día a día, mes a mes, año a año, voy creciendo me hace sentir de la madre, porque crecés al lado mío. Y juntos vamos hacia el camino de la liberación, Esa es la única duda que tengo resuelta.
Hasta mañana.

domingo

Una traición mística

Hablo de una traición, hablo de un místico embaucar, de la pasión de la irrealidad y de la realidad de las cartas mortuorias, de los cuerpos en sudarios y de los retratos nupciales.

Nada prueba que no clavó agujas en mi imagen, hasta resulta extraño que yo no le haya enviado mi fotografía acompañada de agujas y de un manual de instrucciones. ¿Cómo empezó esta historia? Es lo que quiero indagar pero con voz solamente mía y eliminando todo designio poético. No poesía sino policía.

Como una madre que no quiere dejar irse de si a su niño que ya está nacido, así su absorción silenciosa. Yo me arrojo en su silencio; yo, ebria de presentimientos mágicos acerca de una unión con el silencio.

Recuerdo. Una noche de gritos. Yo subía y no tenía posibilidad de arrepentirme, subía cada vez más alto sin saber si llegaría a un encuentro de fusión o si me quedaría toda la vida con la cabeza clavada en un poste. Era como tragar olas de silencio, mis labios se movían como debajo del agua, me ahogaba, era como si estuviera tragando silencio. En mí éramos yo y el silencio. Esa noche me arrojé desde la torre más alta. Y cuando estuvimos en lo alto de la ola, supe que eso era lo mío, y aun lo que he buscado en los poemas, en los cuadros, en la música, era un ser llevado a lo alto de la ola. No se cómo me abandoné, pero era como un poema genial: no podía no ser escrito. ¿Y por qué no me quedé allí y no morir? Era el sueño de la más alta muerte, el sueño de morir haciendo el poema en un espacio ceremonial donde palabras como amor, poesía y libertad eran actos en cuerpo vivo. A esto pretende su silencio.

Crea un silencio en el que yo reconozca mi lugar de reposo cuando la prueba de fuego de su afección tuvo que haber sido mantenerme lejos del silencio, tuvo que haber sido vedarme el acceso a esa zona de silencio exterminador.

Comprendo, de nada sirve comprender, a nadie nunca le ha servido comprender, y sé que ahora necesito remontarme a la raíz de esa fascinación silenciosa, de esta oquedad que se abre para que yo entre, yo el holocausto, yo la víctima propiciatoria. Su persona es menos que un fantasma, que un nombre, que vacío. Alguien me bebe desde la otra orilla, alguien me succiona, me abandona exangüe. Estoy muriendo porque alguien ha creado un silencio para mí.

Fue un trabajo magistral, una infiltración retórica, una lenta invasión (tribu de palabras puras, hordas de discursos alados). Voy a intentar desenlazarme, pero no en silencio, pues el silencio es el lugar peligroso. Tengo que escribir mucho, que plasmar expresiones para que poco a poco se calle su silencio y entonces se borre su persona que no quiero amar, ni siquiera se trata de amor sino de fascinación imponderable y en consecuencia indecible (acercarme a la dura, a la blanda niebla de su persona lejana, pero hunde el cuchillo, desgarra, y un espacio circular hecho del silencio de tu poema, el poema que escribirás después, en el lugar de la masacre). No es más que un silencio, pero esta necesidad de enemigos reales y de amores mentales, ¿cómo la comprendió desde mis cartas? Un juego magistral.

Ahora mis pasos de loba ansiosa en derredor del círculo de luz donde deslizan la correspondencia. Sus cartas crean un segundo silencio más denso aún que el de sus ojos desde la ventana de su casa frente al puerto. El segundo silencio de sus cartas da lugar al tercer silencio hecho de falta de cartas.

También hay el silencio que oscila entre el segundo y el tercero: cartas cifradas en las que dice para no decir. Toda la gama de los silencios en tanto de ese lado beben la sangre que siento perder de este lado.

No obstante, si no existiera esta correspondencia vampírica, me moriría de falta de una correspondencia así. Alguien que amé en otra vida, en ninguna vida, en todas las vidas. Alguien a quien amar desde mi lugar de reminiscencias, a quien ofrendarme, a quien sacrificarme como si con ello cumpliera una justa devolución o restableciera el equilibrio cósmico.

Su silencio es un útero, es la muerte. Una noche soñé una carta cubierta de sangre y heces; era en un páramo y la carta gemía como un gato. No. Voy a romper el hechizo. Voy a escribir como llora un niño, es decir: no llora porque esté triste sino que llora para informar, tranquilamente.


Alejandra Pizarnik

Yo te quiero libre

Yo te quiero libre,
libre y con amor,
libre de la sombra,
pero no del sol.

Yo te quiero libre,
como te viví,
libre de otras penas,
y libre de mí.

La libertad tiene alma clara
y sólo canta cuando va batiendo alas.
Vuela y canta, libertad.
La libertad nació sin dueño
y yo ¿quién soy para colmarle cada sueño?


Yo te quiero libre
y con buena fe,
para que conduzcas
tu preciosa sed.

Yo te quiero libre,
libre de verdad,
libre como el sueño
de la libertad.



Silvio Rodriguez