sábado

sábado

Que tiembla, que quema, que succiona, que no sé
qué será de la vida,
de aquellos que no están.
Que si no estoy, me convierto en una ilusa
que sí estoy, que me parece que allá viene.
Que puede ser,que me coma la cabeza.
Que puede ser que en realidad sea todo cierto.
Los acertijos son cada vez más complicados de acertar
Uno piensa, Uno dice, otro camina, ellos mandan
Nosotros nos hacemos fuertes. Nosotros vivimos nuestro sueño
Ellos comen, ellos emanan el olor a cerdo más putrefacto del universo,
No, que mejor que nosotros haciéndonos cargo..
Que tiembla de nuevo, y me succiona, y me quema, y me tiembla todo.

Me sube al costado de la costilla, y grito. Aullo, me come.
Ya estoy dentro. Ya fue
Otro día. Encontrémosnos, encontrémosnos allá donde las cosas no son imposibles.
Allá donde los mortales vivamos felices.
Encontrémosnos. y riamos.
Riamos porque sabemos que llegamos. Estamos al lado del mar.
Y nos miramos, y nos reímos. Las influencias esta noche no existen.
Se quedaron a mitad de camino, Y yo, yo sigo mirando.


Sigo nombrándome, porque sé que el día que deje de hacerlo, desapareceré.
sino nombrándote, porque no quiero que llegue ese día.

martes






Esa entraña que cuelga de mi cuerpo ahora, son sólo los vestigios que quedan del ayer. Quebrar el sentido de las cosas y hacerlas oír.
Esas manos cobardes que no han podido sacarlos de la memoria de la gente, son las que hoy nos permite que podamos levantarlos, con más fuerzas que ayer. Con la esperanza del mañana.
Un trabajo colectivo en donde los más débiles somos más fuertes, y lanzamos nuestro grito al unísono, y lloramos y nos emocionamos. Es un momento solo, donde las miradas se encuentran, y guardan ese temor a preguntar.
En nuestro ser, en el rincón más escondido de nuestro ser, coexisten diferentes formas de sentir las cosas. Eso hace que el humano sea hermoso por sí sólo. Una bestia perfecta ( y tan imperfecta a la vez) que hace una combinación exacta de lo peor y lo mejor de la moral que asota a este mundo.
En nuestra memoria nadie puede matarlos, En nuestra historia, son La historia que hay que contar, que hay que gritar, que hay que madurar, y trabajar.
Días y noches contados, para cada uno que se atreva a querer romper con el cerco hegemónico imperante.
Las amenazas, ya no sirven. Yo tengo mi voz, y mientras tenga la misma, y tenga aunque sea un sentido, voy a sentir esas injusticias, aunque el día de mañana, pueda volar a la estratosfera en dos segundos.
Nadie puede matarlos en nuestra cabeza, en nuestra memoria...

Presentes, Ahora y Siempre...