
A menudo, debo admitir, me gusta sacar fotos. Me gusta sacarle fotos a la gente (aunque ahora carezco de modelos) y ver las expresiones de las caras que no son yo. Cómo miran al lente, cuándo se dan cuenta que uno lxs está enfocandx y cómo preparan las caras hermosas que tienen.
También, ya que estamos, admito que odio cuando quieren ser lo que no pueden ser porque sus raíces no las dejan.
Estoy trabajando en mi sensibilidad para que no se puedan dar cuenta cuando uno quiere retratarlxs sin que salgan con los labios o el ceño fruncido y que no tengan tiempo para poner el perfil que más los favorece. Si al fin y al cabo somos verdaderxs cuando no estamos en pose.
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